El bruxismo es un hábito involuntario diurno o nocturno que consiste en el apretamiento, frotamiento y/o rechinamiento de los dientes.
En la mayoría de casos se produce mientras dormimos, por lo que muchas personas no son conscientes de ello, aunque también puede producirse mientras estamos despiertos, lo que facilita su detección y tratamiento.
Este hábito tiene consecuencias negativas y su efecto final sobre los dientes es de carácter irreversible y acumulativo en el transcurso del tiempo. Es por este motivo que es muy importante un diagnóstico precoz.